El Pilar de Zaragoza

Un vistazo rápido al destino

En el corazón de Zaragoza, a orillas del río Ebro, se levanta majestuosa la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, uno de los santuarios más emblemáticos del mundo hispano y símbolo de fe para millones de peregrinos. Su perfil barroco, coronado por cúpulas color verde y torres esbeltas, domina el horizonte de la ciudad y guarda entre sus muros siglos de historia, arte y devoción.

La tradición cuenta que, en el año 40 d.C., cuando el apóstol Santiago predicaba el Evangelio en Hispania, se sintió desanimado por la escasa acogida de su mensaje. Fue entonces cuando la Virgen María, aún viva en Jerusalén, se le apareció sobre un pilar de jaspe en la ribera del Ebro, rodeada de ángeles, para consolarlo y animarlo en su misión. Le entregó aquella columna —símbolo de fortaleza y de fe— y le pidió que construyera allí una capilla. Ese pilar, conservado hasta hoy, es el origen del nombre y del templo que lo protege.

Con el paso de los siglos, aquel humilde oratorio se transformó en una grandiosa basílica. Las sucesivas ampliaciones fueron dando forma al edificio actual, una joya del barroco español con majestuosas naves, frescos de Francisco de Goya, retablos góticos y un ambiente espiritual que envuelve al visitante desde el primer instante.

Pero el Pilar no es solo un monumento: es un símbolo vivo de la fe del pueblo español y latinoamericano. A ella acuden peregrinos de todos los rincones del mundo para tocar el Pilar, ofrecer flores o simplemente elevar una oración. Cada 12 de octubre, día de la Virgen del Pilar, Zaragoza se transforma en un río humano de devoción, música y color, durante unas fiestas que combinan religiosidad, cultura y alegría popular.

Además de su dimensión espiritual, la basílica es también un referente artístico y patrimonial. Desde sus miradores se contempla una de las vistas más hermosas del casco histórico y del río Ebro, mientras en su interior se funden luz, mármol y dorados en una armonía que emociona incluso al visitante no creyente.

La experiencia de entrar en el Pilar es única: el murmullo de las oraciones, el aroma a incienso, el brillo de los exvotos y la visión de la pequeña imagen de la Virgen sobre su columna crean un ambiente de paz, consuelo y esperanza que permanece en la memoria de quien la visita.

 

Lugares clave y su historia

El Pilar o Columna

Según la tradición, la Virgen María se apareció al apóstol Santiago junto al río Ebro y le entregó esta columna que hoy veneramos.
Aunque no hay pruebas arqueológicas que datan del siglo I, la devoción quedó atestiguada ya en la Edad Media.
Este pilar es el corazón del templo: lo visitas, lo veneras, y es origen de la advocación “Nuestra Señora del Pilar”.


Este pilar es el corazón del templo: lo visitas, lo veneras, y es origen de la advocación “Nuestra Señora del Pilar”.

La Santa Capilla

Ubicada dentro de la basílica, es un espacio de estilo barroco clasicista, proyectado por Ventura Rodríguez entre 1750 y 1765 para realzar la imagen de la Virgen del Pilar
Es una joya arquitectónica en sí misma, donde convergen escultura, pintura y arquitectura para destacar el lugar de veneración.

El conjunto arquitectónico y artístico

La basílica es de tres naves, con bóvedas y cúpulas, y su exterior se remata con diversas cúpulas y torres que fueron completándose entre los siglos XVIII y XX.
En su interior destacan frescos realizados por Francisco de Goya y otros autores en las bóvedas.
El retablo mayor, obra de Damián Forment (1515-1518) en estilo gótico-final/renacentista, es otro de los hitos artísticos de la basílica.

El pilar de Zaragoza

Devoción, arte y tradición

La Virgen del Pilar no es solo una imagen para visitar: está profundamente arraigada en la identidad de Zaragoza y de España. Por ejemplo, los mantos que visten a la Virgen son cientos, guardados en el Museo del Pilar, y cada noche se cambia el manto.


Además, la plaza misma —la Plaza del Pilar— donde se ubica la basílica, es un espacio monumental que acoge procesiones, ofrendas florales y eventos multitudinarios.

No es solo una peregrinación, es una aventura espiritual y cultural que recordaremos para siempre.

Eventos anuales en el Pilar de Zaragoza

  • Fiestas del Pilar (cada 12 de octubre y días a su alrededor)

    multitudinarias celebraciones en honor de la Virgen del Pilar con ofrendas de flores, música, cultura y fiesta popular.

  • Ofrenda de Frutos y flores:

    Tradición donde los fieles llevan flores o frutos a la Virgen como signo de gratitud y devoción.

  • Visitas, peregrinaciones, culto y misas especiales

    la basílica funciona como centro de fe continuo, no solo en épocas puntuales.

Preguntas Frecuentes

(Nota: necesita comprobar días especiales)

  • El templo abre al público en horario normal de culto; se recomienda llegar con tiempo si quieres visitar el camarín o la columna del Pilar.

  • Las misas se celebran regularmente; conviene consultar los horarios oficiales de la basílica.

  • Se accede directamente caminando por la ciudad, ya que la basílica está situada en el centro histórico, en la Plaza del Pilar, Zaragoza.

  • Transporte público: varias líneas de autobús y tranvía paran cerca de la plaza.

  • En coche: hay aparcamientos en los alrededores de la zona centro (aunque en horas punta puede haber dificultad).

  • Visitar la columna del Pilar y hacer un momento de oración ante ella.

  • Admirar la Santa Capilla y contemplar los frescos del techo.

  • Hacer una vuelta por la nave principal y fijarse en el retablo mayor y en los detalles artísticos.

  • Salir a la plaza y observar la fachada, las torres y la grandiosidad del exterior, desde el río Ebro o la plaza.

Si solo quieres hacer una visita general, una hora puede bastar para recorrer el interior, venerar la columna y contemplar los frescos. Pero si deseas vivir la experiencia completa —asistir a misa, subir a la torre, visitar el museo y pasear por la Plaza del Pilar— reserva al menos medio día.

¡Sí! Puedes subir a la torre del Pilar, desde donde se obtienen las mejores vistas de Zaragoza y del río Ebro. Hay ascensor y una pequeña subida final por escaleras. Es una de las panorámicas más impresionantes de Aragón.

Sí. En la Santa Capilla, detrás de la imagen de la Virgen, hay una pequeña abertura llamada “el hueco de la columna”. Los peregrinos pueden acercarse, tocar el Pilar original y rezar un momento. Es uno de los gestos más emotivos de la visita.

  1. Temprano por la mañana o al final de la tarde. Son los momentos más tranquilos para rezar o contemplar el interior sin las grandes multitudes. Los fines de semana y el 12 de octubre hay más afluencia de peregrinos.

Sí, se celebran varias misas a lo largo del día, tanto en la nave principal como en la Santa Capilla. Los horarios pueden variar según el calendario litúrgico, pero siempre hay celebraciones por la mañana y por la tarde.

Muy cerca se encuentran:

  • La Catedral del Salvador (La Seo), otra joya del patrimonio mundial.

  • El Puente de Piedra, desde donde obtendrás una vista icónica del Pilar.

  • El Museo Goya y el Museo del Foro Romano, ambos a pocos minutos caminando.

  • Y por supuesto, la Plaza del Pilar, corazón de la vida zaragozana.

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