En los Jardines Vaticanos hay una estatua de San Miguel Arcángel enorme, que fue presentada en una ceremonia memorable junto a dos papas. Este símbolo de bronce tan impresionante, bendecido por el papa Francisco y por el papa emérito Benedicto XVI, no se limita a añadir valor a la colección artística de la Santa Sede. Va mucho más allá; expresa con fuerza la eterna lucha del bien contra el mal y la dedicación del Estado Vaticano a su valiente protector celestial. Para quienes lo ven por primera vez, resulta imposible ignorar la capacidad icónica de esta obra como señal de protección y espiritualidad en el corazón de la cristiandad.
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¿Dónde se encuentra la estatua de San Miguel Arcángel y cómo es?
La ubicación y el aspecto de la estatua de San Miguel Arcángel no son detalles menores, y poder distinguir este monumento de otras imágenes del arcángel en Roma realmente cambia la forma en que comprendemos su importancia. Así, aunque algunas personas la confundan con otra famosa figura, lo cierto es que esta estatua monumental está dentro de los muros vaticanos y no en cualquier esquina.
La ubicación exacta en los jardines vaticanos

La escultura de San Miguel Arcángel está bastante cerca del Palacio de la Gobernación, que es el corazón administrativo del Vaticano. Es curioso cómo la propia administración vaticana eligió colocar una imagen tan poderosa justo donde se toman grandes decisiones. El lugar es una explanada adornada por vegetación exuberante, lo que le da aún más presencia tanto para empleados como para los grupos de turistas que suelen pasar por allí, cámara en mano. Además, este tipo de colocación recalca el papel de la estatua de San Miguel Arcángel como un verdadero punto de reunión visual y espiritual.
Por cierto, cabe mencionar que los Jardines Vaticanos llenan la mayor parte del pequeño estado y ofrecen un espectáculo de paisajes casi de cuento: hay rincones de estilo italiano formal mezclados con zonas que recuerdan al desenfado y la espontaneidad de un jardín inglés. Dentro de ese entramado de caminos y áreas verdes, la estatua de San Miguel Arcángel resalta como un testigo silencioso de la historia de la Iglesia y un refugio para quien busca unos minutos de reflexión lejos del bullicio.
Descripción de la escultura monumental
Es imposible no quedarse asombrado ante la presencia de esta escultura de bronce, que mide más o menos cinco metros. Detrás del proyecto está el artista italiano Giuseppe Antonio Lomuscio, reconocido por su destreza en el arte religioso y que, de algún modo, le ha dado vida y carácter propio al arcángel. Aunque la Santa Sede no hizo públicos todos y cada uno de los detalles técnicos, su tamaño y energía son más que evidentes incluso a simple vista.
- La escultura muestra a San Miguel como un verdadero guerrero, con armadura romana clásica.
- Lleva en la mano una espada o lanza y parece a punto de entrar en acción.
- Las alas, abiertas completamente, ayudan a transmitir una sensación de poder inigualable.
- El demonio, por cierto, yace bajo sus pies, manifestando así la victoria sobre el mal.
Al pie de esta obra monumental, hay una base de travertino decorada con relieves de bronce. Allí están representados los dos papas que participaron en el proyecto, dejando claro que ambos protegieron y dieron su consentimiento a la epopeya del arcángel.

Característica | Detalle |
---|---|
Artista | Giuseppe Antonio Lomuscio |
Fecha de Inauguración | 5 de julio de 2013 |
Ubicación | Jardines Vaticanos, cerca del Palacio de la Gobernación |
Material | Bronce |
Altura Aproximada | 5 metros |
Financiación | Donación privada (Claudio Chiais) |
Evento Clave | Inaugurada por el papa Francisco y el papa emérito Benedicto XVI |
Aclaración sobre la estatua del Castillo Sant’Angelo
Quien pasea por Roma puede tener la tentación de creer que todas las estatuas de San Miguel son la misma. Sin embargo, hay otra muy renombrada en el Castillo Sant’Angelo. Esta pieza, obra del escultor flamenco Peter Anton von Verschaffelt desde el siglo XVIII, queda lejos tanto en el tiempo como en su sentido. Por ejemplo, la imagen del arcángel allí envaina la espada y no la alza, haciendo referencia a una legendaria aparición durante una plaga. En cambio, la monumental del Vaticano mira hacia la actualidad y la tradición; lleva vigilando el corazón de la Iglesia desde 2013.
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¿Cuál es la historia detrás del monumento?
Hay que reconocer que detrás de la estatua de San Miguel de Arcángel en los Jardines Vaticanos hay una mezcla de fe personal, generosidad de un particular y el trabajo de un apasionado artista italiano.
Origen de la iniciativa y financiación
La idea nace durante el pontificado del papa emérito Benedicto XVI, quien a decir verdad, tuvo la intuición y la determinación de animar a otros a llevarla a cabo. Pero, curiosamente, la financiación no provino de los propios fondos del Vaticano, lo que suele sorprender. La escultura pudo realizarse plenamente gracias al apoyo económico de Claudio Chiais, un benefactor romano que prefirió ver su capital convertido en arte y devoción antes que en otra cosa. Así, la Santa Sede respiró tranquila, sin tener que añadir cuentas extra a su presupuesto anual ni parar ningún engranaje administrativo.

- La supervisión técnica y la planificación fueron responsabilidad de figuras con gran peso dentro del Vaticano, como Antonio Paolucci (Museos Vaticanos) y Pier Carlo Cuscianna (Servicios Técnicos), quienes vigilaban cada centímetro del avance como verdaderos guardianes del patrimonio.
El artista: Giuseppe Antonio Lomuscio
El encargado de transformar la idea en realidad fue Giuseppe Antonio Lomuscio, nacido en 1955 y consagrado como un referente entre escultores y artistas de arte sacro italianos. Lejos de limitarse a una sola disciplina, Lomuscio ha trabajado también como pintor y orfebre, con una habilidad técnica que despierta admiración entre colegas y visitantes por igual.
- Estilo figurativo: Su arte se apoya en los valores clásicos y en la capacidad de plasmar rostros y figuras humanas con una soltura que resulta evidente desde el primer vistazo.
- Formación multidisciplinar: Los años dedicados a la arquitectura y a las bellas artes en Italia le dieron una perspectiva amplia y flexible.
- Pasión por el arte sacro: Ese enfoque lo lleva, desde hace décadas, a trabajar principalmente en entornos religiosos, dotando a cada pieza de una sensación de profundidad espiritual bastante especial.
- Habilidades de orfebrería: Su destreza con metales preciosos ha nutrido su trayectoria, permitiéndole fusionar técnicas y resultados inesperados en objetos litúrgicos realmente apreciados.
La reputación de Lomuscio, en gran medida, se apoya no solo en su técnica, sino en la sensibilidad de poner alma a los símbolos del catolicismo mediante sus esculturas y obras pictóricas.

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¿Qué simboliza la estatua de San Miguel Arcángel en la lucha contra el mal?
Mucho más allá de ser una pieza decorativa, la escultura de San Miguel en los Jardines Vaticanos concentra mensajes espirituales y teológicos que para muchos resultan invaluables. Cuando la observas, casi puedes imaginar la voz de la Iglesia recordando el poder de la protección divina y de quien combate por todos contra las fuerzas oscuras.
El papel de San Miguel como protector de la Iglesia
San Miguel, cuyo nombre encierra el desafío «¿Quién como Dios?», es algo así como el capitán de la guardia celestial. Según las Escrituras, encabeza la defensa contra los ángeles caídos y Satanás, ganándose el título de protector de la fe y de todos los creyentes. Cuando la estatua de San Miguel Arcángel fue instalada, el propio Estado de la Ciudad del Vaticano se consagró a su amparo, junto a San José. Este gesto, aunque solemne, no deja de ser un acto de confianza de la Iglesia en el auxilio espiritual de su arcángel favorito. Y no olvidemos que San Miguel es el patrón de cuerpos de seguridad, lo cual refuerza la creencia de que vigila tanto el alma pública como la privada de la ciudad y sus habitantes.
Simbolismo en la iconografía de la obra
Hasta el más mínimo detalle de la escultura fue pensado para transmitir una especie de lección visual sobre la batalla entre lo bueno y lo malo, casi como si la obra misma predicara.
- Victoria sobre el demonio: El demonio, vencido a los pies del arcángel, muestra tácitamente el triunfo rotundo del bien. Es una clara referencia a los pasajes del Apocalipsis, donde se narran estas luchas épicas.
- Imágenes de lucha espiritual: La armadura y las armas no representan solamente fuerza física, sino que pretenden simbolizar las defensas espirituales como la fe y la justicia que todo creyente debe fortalecer cada día.
- La supremacía de Dios: Tal como subrayó el papa Francisco en su discurso, la misión de San Miguel nos recuerda la importancia de devolver a Dios el lugar principal en el mundo. Su combate es por restaurar esa justicia celestial y no por intereses personales.

Así, si algún visitante no sabe rezar o no conoce la doctrina, es probable que la estatua de San Miguel Arcángel le hable con su sola presencia y le haga reflexionar sobre la necesidad de confiar en la ayuda divina en tiempos difíciles.
¿Cómo fue la histórica ceremonia de inauguración?
El 5 de julio de 2013 no solamente fue un día especial por presentar una estatua. En realidad, ver juntos al papa Francisco y al papa emérito Benedicto XVI fue como contemplar dos capítulos de la misma historia reunidos en una sola página.
La participación conjunta del papa Francisco y Benedicto XVI
La ceremonia fue presidida por el papa Francisco, pero el verdadero eco de la noticia fue la presencia entrañable del papa emérito Benedicto XVI. No es habitual encontrar a dos papas juntos en actos públicos, por lo que la imagen de ambos orando y bendiciendo la escultura dejó huella en la memoria colectiva. Benedicto había soñado con la idea y Francisco le dio vida, demostrando que la continuidad y el espíritu de comunión pueden sentirse, no solo decirse. Aquel abrazo espiritual, ante la estatua de San Miguel Arcángel, marcó sin duda una página diferente para la Iglesia contemporánea.

Ver a ambos pontífices juntos frente a la obra fue interpretado como un llamado a la unidad y a proteger la fe, dejando claro que la misión eclesial es algo que supera la figura de cualquier individuo.
Las palabras y bendiciones del papa Francisco
El papa Francisco no perdió la oportunidad de convertir la ocasión en un momento de instrucción espiritual y consuelo colectivo. Después de bendecir la estatua de San Miguel Arcángel, se dirigió a todos con palabras que dibujaron esperanza y agradecimiento:
- Reconocimiento: Dio las gracias a Benedicto XVI, al artista y al generoso donante, señalando la cadena de voluntades unidas detrás del proyecto.
- San Miguel como defensor: Lo describió con pasión como el «campeón del primer lugar de Dios», recordando el sentido último de su lucha: defender al pueblo cristiano de sus mayores peligros.
- Optimismo cristiano: Enfatizó que, a pesar de que el mal no desaparece del mundo, ya ha sido vencido y expuesto gracias a la obra redentora de Cristo.
- Consagración solemne: En un gesto muy serio, consagró oficialmente el Vaticano a San Miguel y pidió también la protección de San José, patrono de la fortaleza y la confianza.
De este modo, la inauguración se transformó ante los ojos de todos en mucho más que un acto protocolario: fue una muestra pública de fe, esperanza y protección divina.

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¿Se han realizado restauraciones en la estatua de San Miguel Arcángel?
Lo cierto es que, desde 2013, no se conocen restauraciones ni intervenciones sobre la estatua de San Miguel Arcángel en los Jardines Vaticanos. Gracias a que está hecha de bronce, un material que aguanta casi de todo, la obra parece no necesitar atenciones especiales por el momento. Todos los registros públicos coinciden en que ninguna reforma significativa ha sido necesaria desde su inauguración.
Eso sí, la conservación de la estatua de San Miguel Arcángel forma parte de la rutina del Vaticano. Los Museos Vaticanos se encargan, mediante personal especializado y laboratorios punteros, de preservar todo el patrimonio artístico. Si alguna vez hiciera falta restaurar la obra, sus equipos están listos para entrar en acción y devolver el brillo y la integridad a cada centímetro del bronce.

Así que, cuando uno la contempla, percibe que esta estatua de San Miguel Arcángel no es simplemente una obra de arte más. Es una especie de faro espiritual, una invitación constante a meditar sobre la fe y la necesidad de protección ante los vaivenes del mundo moderno. Por su naturaleza, origen y la manera en que fue inaugurada, la escultura ocupa un lugar absolutamente esencial en el escenario contemporáneo del Vaticano, transmitiendo su mensaje con igual intensidad que el primer día.
Para terminar, cabe destacar que este monumento no solo embellece un espacio exclusivo como los jardines vaticanos, sino que cumple una función de guía espiritual y de catequesis. De hecho, muchos visitantes comentan que la estatua de San Miguel Arcángel les anima a pensar en el eterno juego entre la luz y la sombra y a confiar en la posibilidad de que el bien siempre termina por vencer, gracias a figuras tan excepcionales como San Miguel Arcángel, cuyo ejemplo resplandece y acompaña a todos los que cruzan esos jardines.
Cómo visitar el Monumento de San Miguel Arcángel en el Vaticano
Si estás planeando un viaje a Roma y deseas descubrir uno de los rincones más simbólicos del Vaticano, no puedes dejar pasar la oportunidad de conocer el Monumento de San Miguel Arcángel en los Jardines Vaticanos. Esta imponente escultura, cargada de espiritualidad y significado, forma parte de un recorrido exclusivo que solo es posible realizar mediante visitas guiadas autorizadas. A continuación, te explicamos cómo acceder al lugar y qué tener en cuenta antes de tu visita.
Acceso a los Jardines Vaticanos
El acceso al monumento no es libre ni se encuentra a simple vista al recorrer la Plaza de San Pedro. Para contemplar la Estatua de San Miguel Arcángel en el Vaticano, es necesario contratar una visita guiada a los Jardines Vaticanos, ya que estos no están abiertos al público de forma general.
Las entradas pueden adquirirse a través de la página web oficial del Vaticano o mediante agencias turísticas autorizadas. El tour incluye un recorrido por diversos espacios ajardinados y monumentales, entre ellos la estatua de San Miguel Arcángel en los Jardines Vaticanos, cuya inauguración representa un acto de profunda carga simbólica dentro de la tradición cristiana. El guía ofrecerá explicaciones sobre la historia de la estatua, su autoría y su significado espiritual.
Recomendaciones y horarios de visita
Las visitas a los Jardines Vaticanos suelen realizarse de lunes a sábado, por las mañanas, con horarios que suelen comenzar entre las 9:00 y las 11:00 h. No se realizan recorridos por la tarde ni en domingos o días festivos religiosos.
Para disfrutar de la experiencia de forma cómoda, es recomendable llevar calzado adecuado, agua y protección solar, especialmente en los meses más calurosos. También es importante seguir el código de vestimenta del Vaticano: ropa discreta, hombros cubiertos y pantalones o faldas por debajo de la rodilla.
Visitar este lugar no solo permite apreciar la belleza paisajística del enclave, sino también adentrarse en el significado de la Estatua de San Miguel Arcángel en el Vaticano, un símbolo de protección y lucha espiritual que ha marcado la historia del cristianismo y sigue despertando admiración entre fieles y visitantes de todo el mundo.