Peregrinación Camino de Santiago Francés

Llegada a Madrid y conexión hacia Santiago de Compostela en vuelo.

Llegada y traslado a O Cebrerio. Check in, comida incluida y descanso. Salida hacia la Misa de salida con entrega de la credencial del peregrino. Regreso, cena y alojamiento.

Desayuno y comienzo de nuestra segunda etapa. Saliendo de Triacastela, tomaremos la variante de San XII. Un tramo muy bien señalizado que discurre la mayor parte por el monte y bosques hasta que se alcanza la aldea de Balsa.

Desde aquí iniciaremos el ascenso al alto de Riocabo. Luego de Fonte dos Lameiros, lugar adornado con una gran concha, y, superando algunos duros repechos, alcanzaremos San XIl y, después de varias localidades, la ciudad de Sarria, principal núcleo de población, entre Ponferrada y Santiago de Compostela.  Llegada a nuestro albergue, check in, descanso y salida. para participar en la Misa del peregrino. Cena y Alojamiento.

Desayuno y comienzo de la etapa. Iniciamos la marcha atravesando, nuevamente, por una pasarela, el Embalse del Belesar. Comenzamos con un ligero ascenso, que concluye en las proximidades de Ligonde. 

Esta etapa discurre en gran parte, por andaderos, próximos a la carretera, o en algunos casos por zonas asfaltadas. Nos encontraremos múltiples signos, como los famosos "cruceiros", que nos recordarán que estamos en el trayecto de una peregrinación milenaria. Cabe destacar el Cruceiro de Lameiros y el Monasterio de San Salvador de Vilar de Donas (a 2 km fuera del camino). Llegada a Palais de Rei, Misa del peregrino, cena y alojamiento.

Desayuno y comienzo de la etapa. También hoy la etapa discurre entre eucaliptos. Pasaremos por uno de los emplazamientos idílicos del Camino, en Ribadiso do Baixo, a las puertas de Arzúa. Gastronómicamente hay que recordar que Arzúa da lugar a la denominación de origen de sus afamados quesos. Llegada a Arzúa, comida y descanso en nuestro albergue. Misa del peregrino. Cena y alojamiento.

Desayuno muy temprano y comienzo de nuestra última etapa. Probablemente, tengamos esa doble sensación, de querer llegar al final ansiado del Camino, y el contrarío de que "esto se acaba". 

Etapa de ansiedad y alegría, en la que la distancia no importa, porque ya “se está ahí". Camino suave, como el anterior, a excepción de la subida a San Marcos, desde Lavacolla. Lugar que debe su nombre a la parada que hacían los peregrinos, antes de llegar a Santiago, para asearse en el río que por allí transcurre y "presentarse ante el Apóstol". Paso por el Monte do Gozo y bajada a Santiago de Compostela. Todo Santiago de Compostela, es digno de mención, sobre todo su Catedral, que merece visita especial aparte, así como sus alrededores. Llegada. 

Estamos felices, las dificultades y el dolor quedan atrás. No importan ni el número de kilómetros ni el peso de la mochila. Sólo importa lo que te llevas dentro.  Comida y veneración de la tumba del apóstol. Misa del Peregrino. Cena y alojamiento.

Desayuno, traslado al aeropuerto de Santiago para salir a la ciudad de origen, vía  Madrid.