Conocido como «el papa bueno», la figura de Juan XXIII ha dejado una huella imborrable en la historia de la Iglesia Católica. Su legado perdura no solo por su papel como artífice del Concilio Vaticano II, sino también por el enigma que rodea a su cuerpo incorrupto, el cuerpo incorrupto de Juan XXIII.
En este post, exploraremos la vida y el impacto de Juan XXIII, así como las controversias y teorías que rodean la preservación de su cuerpo.
Vida y legado de Juan XXIII
Juan XXIII, nacido como Angelo Giuseppe Roncalli en 1881, ascendió al papado en 1958. Y si bien su pontificado fue breve, este resultó profundamente transformador.
Conocido por su humildad y calidez, Juan XXIII se ganó el afecto de millones y fue apodado «el Papa Bueno«, debido a que durante su tiempo como Papa, emitió encíclicas significativas como «Mater et Magistra» y «Pacem in Terris«, que abordaron temas sociales y políticos, enfatizando la necesidad de justicia y paz en el mundo.
El Concilio Vaticano II y su impacto
Uno de los logros más significativos de Juan XXIII fue la convocatoria del Concilio Vaticano II en 1962, un evento sin precedentes que buscó modernizar la Iglesia Católica y hacerla más accesible al mundo contemporáneo.
El concilio abordó cuestiones litúrgicas, de ecumenismo y de relación con otras religiones, marcando con claridad un antes y un después en la historia eclesiástica. Así, este evento consolidó el legado de Juan XXIII como un reformador visionario.

¿Milagro o ciencia en la conservación?
El aspecto más desconcertante del legado de Juan XXIII es el estado de su cuerpo, que ha generado asombro y especulación.
En 2001, el cuerpo fue trasladado a una urna de bronce y cristal antibalas en la Basílica de San Pedro. Su apariencia era casi incorrupta y fue inicialmente percibida como un milagro.
Sin embargo, pronto se reveló que el médico Gennaro Goglia había embalsamado el cuerpo utilizando un líquido especial, lo que explicaba su notable estado de conservación.
Este atractivo y otros más son los que animan a muchos fieles a llevar a cabo una peregrinación a Roma y conocer todos los misterios de la fe que el Vaticano puede ofrecer.
El papel de Gennaro Goglia
La técnica empleada por Goglia involucró un método especial de embalsamamiento que permitió la preservación del cuerpo durante décadas.
Aunque el término «incorrupto» sugiere una intervención divina, en el caso de Juan XXIII, la ciencia desempeñó un papel crucial, puesto que Goglia, un experto en el campo, utilizó su conocimiento para asegurar que el cuerpo del Papa perdurara como un símbolo de santidad para los fieles de todo el mundo.

Canonización y reconocimientos
La santidad de Juan XXIII fue oficialmente reconocida en 2014, cuando fue canonizado por el Papa Francisco, lo cual reafirmó su influencia duradera y su impacto positivo en la Iglesia y el mundo.
Y es que Juan XXIII es recordado no solo por sus reformas y enseñanzas, sino también por el misterio que rodea su preservación física.
Controversias y misterios del “Papa bueno”
A pesar de las explicaciones científicas, el estado del cuerpo de Juan XXIII sigue siendo objeto de debate. Por ejemplo, algunos fieles continúan creyendo en la posibilidad de un milagro, mientras que otros se centran en el papel de la ciencia.
La controversia en torno a su cuerpo refleja las tensiones más amplias entre la fe y la razón, la espiritualidad y la ciencia.
Además, hay interrogantes sobre otros papas embalsamados en el Vaticano, como Pío XII, y la práctica en sí misma de preservar cuerpos papales. Estas preguntas invitan a conocer con más profundidad in situ mediante una peregrinación al Vaticano y conocer más sobre los motivos y las implicaciones de tales preservaciones.